El domingo, además de primer
día, es también el « día octavo », situado, respecto a la sucesión septenaria
de los días, en una posición única y trascendente, evocadora no sólo del inicio
del tiempo, sino también de su final en el « siglo futuro ». El domingo
significa el día verdaderamente único que seguirá al tiempo actual, el día sin
término que no conocerá ni tarde ni mañana, el siglo imperecedero que no podrá
envejecer; el domingo es el preanuncio incesante de la vida sin fin que reanima
la esperanza de los cristianos y los alienta en su camino. Para iniciar esta
celebración cantamos…
Lecturas:
La Palabra de Dios nos invita a
perseverar en el testimonio de nuestra fe e ilumina nuestra vida con la
claridad de la verdad.
Oración de los fieles:
A cada intención respondemos: “Escúchanos
Señor”
·
Por la Iglesia, para que sea en el mundo la luz que anuncie sin
renuncias a todos los hombres la salvación prometida por el Redentor. Oremos…
·
Por todos aquellos misioneros que son perseguidos a causa de
Jesucristo, para que el Señor les otorgue la fortaleza necesaria para seguir
siendo sus testigos. Oremos…
·
Por las víctimas filipinas, para que reciban el consuelo de Dios
y la ayuda de las naciones del mundo. Oremos…
·
Por todos nosotros, para que siempre demos testimonio de nuestra
fe y nuestra esperanza en el triunfo final del Señor. Oremos…
Ofrendas:
Presentamos junto a los dones
del pan y el vino nuestro compromiso de esforzarnos para construir una sociedad
más justa. Cantamos…
Comunión:
Jesús presente en la Eucaristía
es anticipo de la gloria. Cantamos…
Salida:
Dispuestos a dar testimonio de
nuestra fe. Cantamos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario