Mensaje de
Benedicto XVI
a una delegación
de Jóvenes de la
Acción Católica Italiana
(20 de Diciembre de 2013)
Queridos chicos y chicas de la ACR Me alegro de encontrarles y de acoger sus felicitaciones para la Navidad del Señor. Les saludo con afecto, junto con sus maestros, el presidente profesor Franco Miano y el asistente general Mons. Domenico Sigalini.
Ustedes me han dicho que están "en busca de autor" y que esta es la frase que guía su camino de este año en ACR. Quisiera preguntaros: ¿Quién es este autor? ¿Lo han encontrado ya? Estoy seguro de que con los formadores y los amigos de Acción Católica, encontrarán una respuesta cada vez más clara en su búsqueda y ustedes serán capaces de ayudar también a muchos otros a encontrarla. Pero, quisiera también decirles algo.
En primer lugar, sé que buscan al autor de la vida, que les ayudará a vivir bien, contentos con ustedes mismos y con los demás. Nosotros sabemos que este autor es Dios, quien nos ha mostrado su rostro. Dios nos creó, nos hizo a su imagen, sobre todo nos dio a su Hijo Jesús, quien se hizo niño –pronto lo contemplaremos en la Santa navidad- que creció como un chico como ustedes, recorrió los caminos de nuestro mundo para comunicarnos el amor de Dios, que hace la vida bella y feliz, llena de bondad y generosidad.
Ciertamente, ustedes buscan también al autor de su alegría. Si tuviera que pedirles qué es lo que les da alegría, tal vez la respuesta sería: los juegos, el deporte, los amigos, sus padres, que viven para ustedes y les aman. Hay muchas personas y cosas que les hacen felices, pero hay un gran Amigo que es el autor de la alegría de todos y con el cual nuestro corazón se colma de un gozo que sobrepasa a todos los demás, y que dura toda la vida: es Jesús. Recuerden, queridos amigos, cuanto más aprendan a conocerle y a conversar con Él, más sentirán en su corazón ser felices y ustedes serán capaces de superar las tristezas pequeñas que a veces hay en el alma.
Además, ustedes están en busca del autor del amor. ¿Se puede vivir solo, encerrado en sí mismos? Si reflexionan un momento, verán que la respuesta es clara: "no". Todos necesitamos amar y sentir que alguien nos acepta y nos quiere. Sentirse amado es necesario para vivir, pero es igualmente importante amar a los demás, para hacer hermosa la vida de todos, incluso la de sus compañeros que se encuentran en situaciones difíciles. Jesús nos enseñó con su vida que Dios ama a todos sin distinción y que quiere que todos vivan felices para siempre. Me gusta, pues, su iniciativa en el mes de enero para apoyar un proyecto en Egipto de ayuda concreta a niños de la calle.
Por último, ustedes buscan seguramente también al autor de la paz, de la que el mundo tiene tanta necesidad. A menudo los hombres creen que pueden construir solos la paz, pero es importante entender que es Dios quien nos puede dar la paz verdadera y sólida. Si lo sabemos escuchar, si le damos espacio en nuestra vida, Dios disuelve el egoísmo que a menudo contamina las relaciones entre las personas y entre las naciones, y hace surgir deseos de reconciliación, de perdón y de paz, incluso en aquellos cuyos corazones están endurecidos.
Queridos muchachos y muchachas de la ACR , espero que hagan esta búsqueda juntos, entre ustedes y con sus compañeros de clase y de juegos. Si se ayudan mutuamente a encontrar el gran Autor de la vida, la alegría, del amor, y de la paz, ustedes descubrirá que este autor nunca está lejos de ustedes, de hecho, está muy cerca: ¡es el Dios que se hizo niño en Jesús!
¡Queridos amigos, les deseo una Feliz Navidad a ustedes y a la Acción Católica entera!
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