miércoles, 28 de febrero de 2018

¿Cómo manifestar de un modo concreto nuestra conversión y nuestro espíritu de penitencia en este tiempo de preparación a la Pascua? - San Juan Pablo II


MENSAJE DEL PAPA
SAN JUAN PABLO II
PARA LA CUARESMA DE 1985


Queridos hermanos y hermanas:

También este año deseo en este tiempo de Cuaresma, hablaros de la angustiosa situación creada en el mundo por el hambre. Cuando a centenares de millones de personas les falta el alimento, cuando millones de niños quedan irremediablemente marcados para el resto de su vida y miles de entre ellos mueren, no puedo callarme, no podemos quedarnos en silencio o inoperantes.

Sabemos que ayudas cuantiosas son enviadas por Gobiernos, Organizaciones internacionales y Asociaciones a las víctimas de esta penuria de alimentos, sin que, por desgracia, todos puedan recibir lo que les salvaría. ¿Pero no podría lograrse que un esfuerzo tan importante pudiera ser decisivo, a fin de atacar de manera más definitiva las causas de este flagelo que azota a escala mundial?

Cierto que las causas naturales, como las intemperies y los largos períodos de sequía son actualmente inevitables, mas sus consecuencias serían a menudo menos graves, si los hombres no añadieran sus errores y a veces sus injusticias. ¿Ha sido hecho todo lo posible para prevenir, al menos en parte, los nefastos efectos de las intemperies, así como para asegurar la justa y rápida distribución de los alimentos y de las ayudas? Hay por otra parte, situaciones intolerables; pienso en la de los agricultores que no reciben la justa retribución por su duro trabajo; pienso también en la de los campesinos despojados de sus tierras productivas por personas o grupos ya abundantemente provistos que acumulan fortunas al precio del hambre y del sufrimiento de los demás. ¡Cuántas otras causas y situaciones de hambre podrían ser citadas!

¿En una misma familia pueden unos comer hasta la saciedad mientras que hermanos y hermanas suyos son excluidos de la mesa? Pensar solamente en aquellos que sufren no es suficiente. En este tiempo de Cuaresma, la conversión del corazón nos llama a unir el ayuno con la oración, para vivificar con la caridad de Dios las iniciativas que las exigencias de la justicia hacia el prójimo nos inspiran.

martes, 27 de febrero de 2018

El espíritu de penitencia, de compartimiento y de ayuno debe traducirse en gestos concretos - San Juan Pablo II

MENSAJE DEL PAPA
SAN JUAN PABLO II
PARA LA CUARESMA DE 1984



Amadísimos hermanos y hermanas en Cristo:

¡Cuantas veces hemos leído y escuchado el texto conmovedor del capítulo veinticinco del Evangelio según San Mateo: «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria..., dirá... Venid, benditos de mi Padre... porque tuve hambre, y me disteis de comer...»!

Sí, el Redentor del mundo comparte el hambre de todos los hombres, sus hermanos. Sufre con los que no pueden alimentar sus cuerpos: todas las poblaciones víctimas de la sequía o de las malas condiciones económicas, todas las familias perjudicadas por el paro o por la inseguridad del empleo. Y no obstante, nuestra tierra puede y debe alimentar a todos sus habitantes desde los niños de tierna edad hasta las personas ancianas, pasando por todas las categorías de trabajadores.

Las palabras del Papa están al servicio de toda la Tradición de la Iglesia, y no al revés - Card. Gerhard Ludwig Müller

¿Cómo se relacionan el Magisterio del Papa y la Tradición de la Iglesia? Cuando interpreta las palabras de Jesús, ¿debe el Papa estar en continuidad con la Tradición y el Magisterio anterior, incluido el de los papas más recientes? ¿O es más bien la Tradición de la Iglesia la que debe ser reinterpretada a la luz de las nuevas palabras del Papa? ¿Qué pasa si hay contradicciones?

Con el fin de responder a estas preguntas, parece apropiado comenzar con una importante carta apostólica que el Papa Pío IX envió al episcopado alemán el 4 de marzo de 1875. En su carta, el Papa explicó que los obispos alemanes habían interpretado el dogma de la infalibilidad papal y primacía petrina en perfecta armonía con las definiciones del Primer Concilio Vaticano. Lo que había ocasionado la carta del Papa fue el despacho circular del canciller alemán Bismarck que malinterpretó gravemente este dogma con el fin de justificar la brutal persecución de los católicos alemanes en el llamado Kulturkampf, o "guerra cultural". Según Pío IX, en su respuesta a la provocación de Bismarck, los obispos alemanes mostraron claramente "que no hay absolutamente nada en las definiciones atacadas que sea nuevo o que cambie absolutamente nada con respecto a nuestras relaciones con los civiles". gobiernos o que pueden ofrecer cualquier excusa para persistir en la persecución de la Iglesia ".
Por supuesto, para apreciar los acontecimientos, uno debe conocer los presupuestos culturales de los que operaron Bismarck y sus "guerreros de la cultura" liberales. Aunque en su mayoría habían abandonado el contenido religioso de la Reforma Protestante que había marcado a su país, habían mantenido ampliamente los prejuicios relacionados contra la Iglesia Católica. En su opinión, la oficina de enseñanza ejercida por el Papa y por los concilios de la Iglesia reclamó una autoridad superior a la Palabra de Dios. El magisterio eclesial no solo obstruyó la relación inmediata del creyente con Dios, sino que se estableció como un elemento extraño que se interponía entre los ciudadanos y el estado, un estado, sin duda, que en el caso de fines del siglo XIX -La Prusia del siglo se atribuyó a sí misma una autoridad total, distante incluso de la ley moral natural.

domingo, 25 de febrero de 2018

¡Sed todos y cada uno artífices nuevos e infatigables de la Caridad de Cristo! - San Juan Pablo II

MENSAJE DEL PAPA
SAN JUAN PABLO II
PARA LA CUARESMA DE 1983


Amadísimos hijos e hijas:

«Y todos los que creían vivían unidos, teniendo todos sus bienes en común; pues vendían sus posesiones y haciendas y las distribuían entre todos según la necesidad de cada uno» (Act 2, 44-45).

Estas palabras de San Lucas tienen gran eco en mi corazón, cuando nos disponemos a celebrar el período litúrgico de la Cuaresma: semanas ofrecidas por la Iglesia a todos los cristianos, con el fin de ayudarles a reflexionar sobre su identidad profunda de hijos del Padre Celestial y de hermanos de todos los hombres y encontrar un nuevo impulso a saber compartir concreta y generosamente, pues Dios mismo nos ha llamado a basar nuestras vidas en la Caridad.

sábado, 24 de febrero de 2018

Cosas Católicas 17 - La New Age


¿Son compatibles el Catolicismo y la Nueva Era? ¿El Yoga y la oración?

En este artículo damos por supuesto que el lector ya ha visto el episodio de Catholic Stuff y, por tanto, no es necesario repetir los argumentos que en él se exponen para que un cristiano no caiga en los engaños de la New Age. Aquí nuestra intención es proponer algunas razones más para hacer recapacitar a aquellos que todavía creen poder vivir una doble pertenencia al cristianismo y a la Nueva Era.
– En la New Age se cree que en el universo se suceden reiteradamente ciclos histórico-cósmicos que determinan los destinos de la historia y del universo. Ahora estamos dejando una era cristiana (Era Piscis), de intolerancia religiosa, fanatismo y guerras…, para entrar en una Edad de Oro, la Era Acuario (¡la Nueva Era!). Los que deciden estos cambios no son ni Dios ni su divina Providencia, y ni siquiera el esfuerzo de los hombres… ¡sino el desplazamiento del sol y su ubicación respecto a los signos del zodiaco! Estas creencias no son compatibles con la historia de la salvación cristiana, que, impulsada por la esperanza, camina hacia la segunda venida de Jesucristo, al final de los tiempos (¡¡nuestro Jesucristo, no el de la New Age!!).

Domingo II de cuaresma (ciclo b) Guión litúrgico



Entrada:
Al celebrar el segundo domingo de Cuaresma. La liturgia nos invita a prepararnos convenientemente al Misterio Pascual que se verificará en la Semana Santa. Es un camino de cruz pero que conduce hacia la gloria. La participación activa en esta Santa Misa es el mejor modo de realizar ese camino. Cantamos…

Domingo II de cuaresma (ciclo b) Catena Aurea

Marcos 9,2-10
Seis días después tomó Jesús consigo a Pedro, y a Santiago y a Juan, condújolos solos a un elevado monte, en lugar apartado, y se transfiguró en presencia de ellos: de forma que sus vestidos aparecieron resplandecientes y de un candor extremado como la nieve, tan blancos que no hay lavandero en el mundo que así pudiese blanquearlos. Al mismo tiempo se les aparecieron Elías y Moisés, y estaban conversando con Jesús. Y Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: "¡Oh Maestro! bueno será quedarnos aquí: hagamos tres pabellones, uno para Ti, otro para Moisés y otro para Elías". Porque él no sabía lo que se decía, por estar todos sobrecogidos del pasmo. En eso se formó una nube que los cubrió, y salió de esta nube una voz que decía: "Este es mi Hijo carísimo: escuchadle a El". Y mirando luego a todas partes, no vieron consigo a nadie más, sino a sólo Jesús
Y cuando bajaban del monte, les ordenó que a ninguno contasen lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiese resucitado de entre los muertos. En efecto, guardaron en su pecho el secreto: bien que andaban discurriendo entre sí qué querría decir con aquellas palabras: cuando hubiese resucitado de entre los muertos.



Pseudo-Jerónimo
Después de la confirmación de la Cruz se muestra la gloria de la Resurrección, para que no temieran el oprobio de la cruz aquéllos que con sus ojos habían de ver la gloria de la futura resurrección, y así dice: "Seis días después", etc. 

San Juan Crisóstomo, homilia in Matthaeum, 56,1
Aunque San Lucas dice: "Ocho días después", no hay contradicción en esto, porque contó el día en que dijo Cristo lo que queda expuesto y el día en que tomó consigo a sus discípulos. Los tomó, pues de allí a seis días, para que más inflamado su deseo en este espacio de tiempo considerasen solícita y atentamente lo que veían. 

Teofilacto
Tomó, pues, consigo las tres eminencias de los apóstoles: San Pedro que le ama y le confiesa, San Juan el discípulo amado y Santiago el teólogo elocuente, al que mandó matar Herodes deseando complacer a los judíos que no podían sufrirle por esta cualidad. 

viernes, 23 de febrero de 2018

Carta de San Policarpo de Esmirna a los Filipenses


CARTA DE SAN POLICARPO DE ESMIRNA A LOS FILIPENSES



Saludo
Policarpo y los presbíteros que están con él, a la Iglesia de Dios que habita como extranjera en Filipos: que la misericordia y la paz les sean dadas en plenitud por Dios todopoderoso y Jesucristo nuestro Salvador.

La fe en Jesucristo
Me alegré mucho con ustedes, en nuestro Señor Jesucristo, cuando recibieron a las imágenes de la verdadera caridad, y acompañaron, como debían hacerlo, a aquellos que estaban encadenados por ataduras dignas de los santos, que son las diademas de quienes han sido verdaderamente elegidos por Dios nuestro Señor.

Y me alegré de que la raíz vigorosa de su fe, de la que se habla desde tiempos antiguos, permanece hasta ahora y da frutos en nuestro Señor Jesucristo, que aceptó por nuestros pecados llegar hasta la muerte; y Dios lo resucitó librándolo de los sufrimientos del infierno.

 Sin verlo, ustedes creen en él, con un gozo inefable y glorioso (1 P 1,8) al cual muchos desean llegar, y ustedes saben que han sido salvados por gracia, no por sus obras, sino por la voluntad de Dios por Jesucristo (Ef 2,5.8-9).

Por tanto, cíñanse sus cinturas y sirvan a Dios en el temor y la verdad (1 P 1,13; ver Sal 2,11) dejando a un lado las palabras falsas y el error de la multitud, creyendo en Aquel que ha resucitado a nuestro Señor Jesucristo de entre los muertos, y le ha dado la gloria (1 P 1,21), y un trono a su derecha.

miércoles, 21 de febrero de 2018

Penitencia y conversión: este es el camino, no triste sino liberador, de nuestro tiempo cuaresmal - San Juan Pablo II

MENSAJE DEL PAPA
SAN JUAN PABLO II
PARA LA CUARESMA DE 1982


Amadísimos hijos e hijas:

«¿Y quién es mi prójimo?» (Lc 10, 29)

Os acordáis: es con la parábola del Buen Samaritano como Jesús responde a la pregunta de un doctor de la Ley, quien acaba de confesar lo que él acostumbra a leer en la Ley: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo».

Cristo es el Buen Samaritano; él es el primero en acercarse a nosotros, el que nos ha hecho su prójimo para socorrernos, curarnos y salvarnos: «... se anonadó, tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres; y en la condición de hombre se humilló, hecho obediente, hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2, 7-8).

martes, 20 de febrero de 2018

La cuaresma es un tiempo de verdad - San Juan Pablo II

MENSAJE DEL PAPA
 SAN JUAN PABLO II
PARA LA CUARESMA DE 1981



Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma es un tiempo de verdad.

En efecto, el cristiano, invitado por la Iglesia a la oración, a la penitencia y al ayuno, a despojarse de sí mismo interior y exteriormente, se coloca ante su Dios y se reconoce, se descubre de nuevo.

«Acuérdate, hombre, de que eres polvo y en polvo te convertirás» (palabras de imposición de la ceniza). Acuérdate, hombre, de que no eres llamado solamente a las realidades de los bienes terrestres y materiales que pueden desviarte de lo esencial. Acuérdate, hombre, de tu vocación primordial: vienes de Dios y vuelves a Dios, yendo hacia la resurrección que es el camino trazado por Cristo. «El que no toma su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo» (Lc 14, 27).

Tiempo de verdad profunda, que convierte, da esperanza –volviendo a poner todo en su justo lugar– calma y hace nacer el optimismo.

domingo, 18 de febrero de 2018

En la Clandestinidad. Católicos en China

Preparémonos a dejarnos enriquecer por la gracia de la Resurrección desembarazándonos de todo falso tesoro - San Juan Pablo II

MENSAJE DEL PAPA
SAN JUAN PABLO II
PARA LA CUARESMA DE 1980



Cada año, en el umbral de la Cuaresma, el Papa se dirige a todos los miembros de la Iglesia y les exhorta a vivir bien este tiempo que se nos ofrece, para prepararnos a una verdadera liberación.

El espíritu de penitencia y su práctica nos conducen a desprendernos sinceramente de todo lo que poseemos de superfluo, y a veces incluso de lo necesario, y que nos impide “ser” verdaderamente lo que Dios quiere que seamos: «donde está tu tesoro, allí estará tu corazón» (Mt 6, 21). ¿Está nuestro corazón apegado a las riquezas materiales, al poder sobre los demás, a las sutilezas egoístas de dominio? En tal caso tenemos necesidad de Cristo Liberador Pascual que, si lo queremos, puede liberarnos de las ataduras de pecado que nos atenazan.

La verdadera reforma de la Iglesia: vivir plenamente el Evangelio, vivir plenamente lo que hemos recibido de Jesucristo y de la tradición. - Card. Robert Sarah

Entrevista al Cardenal Robert Sarah
prefecto de la Congregación para el Culto Divino
y la Disciplina de los Sacramentos

realizada portal Cathobel de Bélgica



En su opinión, ¿cuáles son, hoy, los desafíos a los que debe responder la Iglesia católica, sobre todo en Europa occidental?

Creo que la Iglesia se enfrenta, actualmente, a grandes cuestiones. Ante todo, está su fidelidad a Jesús, a su Evangelio, su fidelidad a la enseñanza que siempre ha recibido de los primeros papas, de los concilios. Es el gran desafío de hoy y no siempre resulta obvio, porque la Iglesia desea adaptarse a su ambiente, a la cultura moderna.

El segundo desafío es la fe. La fe ha disminuido, no sólo a nivel del Pueblo de Dios, sino también entre los responsables de la Iglesia; a veces nos preguntamos si realmente tenemos fe. En Navidad, un sacerdote, durante la misa dominical, dijo a sus parroquianos: “Hoy no vamos a recitar el ‘Credo’, porque yo ya no creo. Cantaremos, en su lugar, un canto que exprese la comunión entre nosotros”. Creo que hay una gran crisis de fe, una gran crisis en nuestra relación personal con Dios.

Después de su elección, el Papa Benedicto XVI, consciente de los grandes desafíos de la Iglesia, dedicó inmediatamente un año a San Pablo. Quería llevarnos a una relación personal con Jesús. La vida de este hombre, que perseguía a la Iglesia, fue totalmente transformada cuando encontró a Jesús. Dijo: «Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí. Y mi vida de ahora en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entrego por mí».

A continuación, Benedicto XVI quiso consagrar un año al sacerdocio. Hay también una gran crisis sacerdotal. No porque no haya suficientes sacerdotes. En el siglo VII, el Papa Gregorio Magno dijo que había demasiados sacerdotes. Hoy hay 400.000 sacerdotes. Pero los sacerdotes ¿viven realmente su vocación? Por último, Benedicto XVI quiso dedicar un año a la fe. Estos son los tres grandes desafíos de la Iglesia actual.

¿Cómo pueden los cristianos descubrir más a Dios y hacer que los que no le conocen le descubran, o redescubran si se han alejado?

sábado, 17 de febrero de 2018

¿Qué significa hoy la Cuaresma? - San Juan Pablo II

MENSAJE DEL PAPA
SAN JUAN PABLO II
PARA LA CUARESMA DE 1979




Vosotros os preguntaréis: «¿Qué significa hoy la Cuaresma?». La privación siempre relativa de la alimentación –pensaréis vosotros– no tiene gran sentido, cuando tantos hermanos y hermanas nuestros, víctimas de guerras o catástrofes, sufren de veras física y moralmente.
El ayuno se refiere a la ascesis personal, siempre necesaria, pero la Iglesia pide a los bautizados imprimir una huella especial en este tiempo litúrgico. La Cuaresma tiene, pues, un significado para nosotros: debe manifestar a los ojos del mundo que todo el Pueblo de Dios, porque es pecador, se prepara con la penitencia a revivir litúrgicamente la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Este testimonio público y colectivo tiene su origen en el espíritu de penitencia de cada uno de nosotros y nos impulsa también a profundizar interiormente este comportamiento y a motivarlo mejor.

Domingo I de cuaresma (ciclo b) Catena Aurea


Marcos 1,12-15
Y en seguida el espíritu le arrojó al desierto. Y estuvo en el desierto cuarenta días y cuarenta noches, y fue tentado por Satanás. Y estaba con las fieras, y los ángeles le servían.
Después que fue entregado Juan, llegó Jesús a Galilea predicando el Evangelio del reino de Dios, y diciendo: "Puesto que el tiempo se ha cumplido, y se ha aproximado el reino de Dios, haced penitencia y creed en el Evangelio".

San Crisóstomo, hom. 13 sobre San Mat
Porque Cristo lo hacía y soportaba todo para enseñanza nuestra, empezó, después del bautismo, por habitar en el desierto. Allí luchó contra el diablo para que cada uno de los bautizados resistiese pacientemente las mayores tentaciones después del bautismo, y para que permaneciese vencedor resistiéndolo todo, no turbándose si algo sucedía fuera de lo que esperaba. Pues aunque Dios permita que las tentaciones sean de muchas y variadas maneras, las permite también para que sepamos que el hombre tentado se constituye en el mayor honor, pues no se dirige el diablo sino a los que ve en grande elevación. Se dice: "Y en seguida el Espíritu le arrojó al desierto". De este modo el evangelista no nos lo muestra simplemente yendo al desierto, sino arrojado a él, para que entendamos que así se hace explícita la disposición divina. También nos enseña de este modo que no debe el hombre arrojarse por sí mismo a la tentación, sino que ha de vencerla cuando de otra parte fuera como arrojado a ella.

Beda
Para que nadie dude quién fue el Espíritu que lo arrojó al desierto, San Lucas (4,1) puso en primer lugar, con buen consejo, que Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, para luego concluir: "Y era llevado al desierto por el Espíritu". Con esto nadie debe juzgar que el espíritu inmundo prevalecería contra El, quien lleno del Espíritu Santo iba donde quería y hacía lo que quería. 

Domingo I de cuaresma (ciclo b) Guión litúrgico



Entrada:
Comenzando hoy la Santa Cuaresma nos preparamos para la piadosa conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Divino Redentor. Renovemos, en este tiempo, nuestra propia adhesión a Cristo que nos invita a seguir su propio camino hacia el Padre. Para iniciar esta celebración nos ponemos de pie y cantamos…

miércoles, 14 de febrero de 2018

Miércoles de ceniza - Catena Aurea


Mateo 6,1-6.16-18
"Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos de ellos. De otra manera no tendréis galardón de vuestro Padre, que está en los cielos". (v. 1) 
"Y así cuando haces limosna, no hagas tocar la trompeta delante de ti, como los hipócritas hacen en la Sinagoga y en las calles para ser honrados por los hombres. En verdad os digo, recibieron su galardón. Mas tú, cuando hagas limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en oculto; y tu Padre que ve en lo oculto, te premie". (vv. 2-4) 
"Y cuando oráis, no seréis como los hipócritas que aman el orar en pie en la sinagoga, y en los cantones de las plazas, para ser vistos de los hombres. En verdad os digo, recibieron su galardón. Mas tú cuando orares, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre, en secreto: Y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará". (vv. 5-6)
"Y cuando ayunéis, no os pongáis tristes como los hipócritas. Desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que recibieron su galardón". (v. 16)
"Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza y lava tu cara para no parecer a los hombres que ayunas, sino solamente a tu Padre, que está en lo escondido: y tu Padre, que ve en lo escondido, te galardonará". (vv. 17-18) 

Glosa
Después que Jesucristo perfeccionó la ley en cuanto a los preceptos, empezó a perfeccionar las promesas, a fin de que cumplamos los preceptos de Dios por el premio celestial, no por las recompensas de la tierra que la ley prometía. Todas las cosas terrenas se reducen principalmente a dos, a saber: a la gloria humana y a las riquezas, y parece que ambas cosas están prometidas en la ley. En cuanto a la gloria humana, se dice en el Deuteronomio: "El Señor te hará el más excelso de todas las gentes que hay sobre la tierra" ( Dt 28,1). De la abundancia de los bienes temporales dice en el mismo libro: "El Señor te hará abundante en toda clase de bienes" ( Dt6,11), y por lo mismo el Señor excluye estas dos clases de bienes de la intención de los fieles, a saber, las glorias y la abundancia de bienes terrenos. 

San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 19
Pero debe tenerse en cuenta que el deseo de la gloria está cerca de los virtuosos. 

Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum in Matthaeum, hom. 13
Cuando se hace alguna cosa que nos sirve de gloria, allí encuentra el hombre con más facilidad ocasión de gloriarse. Y por ello el Señor separa el pensamiento de la gloria en primer lugar. Comprendió que entre todos los defectos humanos el más peligroso para los hombres era éste: cuando todos los males mortifican a los hijos del diablo, el deseo de la vanagloria mortifica más bien a los hijos de Dios que a los hijos del demonio. 

Próspero, ad Agustinum Hipponensem, epístolas, 318
Cuánto poder tenga para hacer daño el deseo de la vanagloria, nadie lo conoce mejor que aquel que le declara la guerra. Porque aunque le es fácil a cada uno no buscar su propia alabanza cuando ésta se niega, con todo, difícil es no complacerse en ella cuando se ofrece. 

Breve explicación de la teología y la espiritualidad de la cuaresma - Mons. Héctor Aguer


Carta pastoral de
S.E.R. Mons. Héctor Aguer
Arzobispo de La Plata
para la Cuaresma 2018

Antecedentes bíblicos - Referencias litúrgicas - Obras cuaresmales - El ayuno - El ayuno y los vicios - La mortificación - La oración - Descripción y condiciones de la oración - La limosna - ¿Cuaresma o carnaval? – Envío



A los sacerdotes, a las personas consagradas y a todos los queridos fieles de la arquidiócesis: 

El curso del tiempo nos acerca nuevamente al ejercicio prepascual de la Cuaresma. La determinación de este período fue preparándose progresivamente en la Iglesia, y ya en el siglo IV es presentado a los cristianos como un “gran ayuno”, signo de purificación y medio para liberarse de la esclavitud a lo pasajero y robustecer la seriedad del compromiso con Cristo. Es una oportunidad, ofrecida anualmente, de hacer veraz la conversión al Evangelio, la metánoia, un cambio de vida, de mentalidad, una nueva conciencia de la responsabilidad del ser cristiano. La liturgia del Miércoles de Ceniza nos dirige la misma proclamación con la que Jesús comenzó su predicación: Conviértete y cree en el Evangelio. Es una cita de las expresiones registradas en dos de los Evangelios Sinópticos: Conviértanse porque el Reino de los Cielos está cerca (Mt. 4,17); Conviértanse y crean en la Buena Noticia, porque el tiempo se ha cumplido (Mc. 1,15). El mismo mensaje resuena desde los orígenes de la misión eclesial; Pedro en sus dos discursos después de Pentecostés exhorta: Conviértanse y háganse bautizar en el nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados (Hech. 2,38); Hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados (Hech. 3,19). 

En un sermón predicado en el comienzo de la Cuaresma, a fines de febrero de 1594, San Francisco de Sales sostenía el origen apostólico de este ejercicio. Decía: El ayuno de Jesús antes de iniciar su ministerio de predicación fue una penitencia ejemplar, ya que no podía pecar; así nos pedía que de la misma manera nosotros superásemos las tentaciones. De ese modo lo entendieron los Santos Padres a partir de los mismos Apóstoles y en adelante se vivió el ayuno cuaresmal. Es un camino, un desierto de penitencia, que nos lleva al Reino, es decir, a la Cruz y a la Gloria. Es verdad que Jesús no podía pecar; sin embargo, el ayuno y las consiguientes tentaciones, que arrancan precisamente cuando al cabo de esos cuarenta días de total abstinencia sintió hambre (cf.Mt.4,2), expresan el misterio de la encarnación y el designio del Redentor de vencer al demonio en su santísima humanidad, en todo igual a la nuestra, excepto el pecado. En el desierto, adonde el Señor es conducido por el impulso del Espíritu, florece el paraíso del nuevo Adán.

Antecedentes bíblicos

jueves, 8 de febrero de 2018

El milagro para la canonización del Papa Pablo VI

Vanna Pironato y su hija Amanda


La propia madre de Amanda, Vanna Pironato, la que ha mostrado su alegría al conocer la noticia de la canonización y ha expresado su agradecimiento al Giornale di Brescia.

 “Los primeros días fueron fundamentales para la supervivencia de mi pequeña”, cuenta al diario bresciano. Además, destaca las “lágrimas de alegría” que le cayeron cuando su hija sanó y supo que no moriría. “Fue un momento inolvidable”, confiesa.
“Ahora somos sencillamente una familia normal, una familia que ha recibido un don extraordinario. Tengo que admitir que a veces no nos damos cuenta de lo que ha sucedido”, dice Amanda. 

Visitar la casa del Papa

Entre sus planes asegura que está conocer mejor la figura del futuro santo. “Me gustaría mucho ver donde ha nacido aquél al que consideramos uno de nuestra familia. El Papa Montini es una presencia fundamental y constante de nuestra vida y lo será siempre. Visitar su casa será un modo de sentirlo todavía más cerca nuestro”.
Todo comenzó en un nicho bajo el retablo del altar de San Girolamo, donde está custodiada una reliquia del beato Pablo VI: la camisa ensangrentada que llevaba en el momento en el que sufrió el atentado en manila el 27 de noviembre de 1970.
El 24 de noviembre, Vanna se arrodilló ante el altar del Santuario de las Gracias cuando la reliquia todavía no estaba ahí. El Papa Francisco había proclamado beato al pontífice tan solo unos días antes, el 19 de octubre.
Vanna había roto aguas el 23 de septiembre, pero su hija Amanda contaba con tan sólo 13 semanas y 3 días y los médicos le habían comunicado que había pocas posibilidades de que la niña sobreviviera. Aun así, el 25 de diciembre nació con tan sólo 865 gramos.
El pasado 13 de diciembre, los médicos y teólogos que han investigado el caso durante años confirmaron que la curación de la niña se trata de un milagro.
Vanna Pironato, madre de Amanda ha sabido de esta confirmación en la casa que tienen en Legnago (Verona), junto a su hija Amanda, su hijo Riccardo y su marido Alberto.
También ha hablado el sobrino de Pablo VI, Fausto Montini, quien recuerda a su tío como “un punto de referencia fundamental en nuestra familia”.
“Teníamos con él una relación muy afectuosa, una relación que mantuvimos también después de que se convirtiera en Papa, pero evitando ser inoportunos”, declara.
Aun así, asegura que “cuando teníamos algún problema en la familia, algo que no iba bien acudíamos siempre a él: era nuestra luz”. “Era una persona reservada pero muy afectuosa. Nos mandaba tarjetas escritas a mano para felicitarnos los cumpleaños y los santos, y en esos mensajes se puede ver todo lo delicado que era”, afirma.

El milagro

Domingo VI tiempo ordinario (ciclo b) Guión litúrgico



Entrada:
Cada Domingo, día del Señor, celebremos con fe el día en que Cristo venció la muerte para darnos vida y al participar de la Eucaristía el Señor santifica nuestras almas. De esta verdad debe brotar nuestro anhelo de ofrecer hoy alabanzas y acciones de gracias a su Nombre. Para iniciar esta celebración nos ponemos de pie y cantamos…

martes, 6 de febrero de 2018

Letanía de objeciones a la práctica y la enseñanza de la Iglesia - Cardenal Joseph Ratzinger

Dificultades a las que se enfrenta la Fe hoy en Europa

Cardenal Joseph Ratzinger

En el Encuentro con las
Comisiones de Doctrina de Europa
Laxenburg, 2 de mayo de 1989




En calidad de obispos responsables por la fe de la Iglesia en nuestros países, nos preguntamos dónde residen especialmente las dificultades que hoy tienen las personas con la fe y cómo podemos responderles correctamente.
No necesitamos una amplia búsqueda para responder a la primera de estas preguntas. Existe algo así como una letanía de objeciones a la práctica y la enseñanza de la Iglesia, y hoy en día su permanente recitación ha llegado a ser como el cumplimiento de un deber para los católicos de ideas progresistas.
Podemos determinar los elementos principales de esta letanía:
  • el rechazo de la enseñanza de la Iglesia sobre la contraconcepción, lo cual significa situar en el mismo nivel moral todo tipo de medios para impedir la concepción, sobre cuya aplicación sólo la «conciencia» individual puede decidir;
  • el rechazo de toda forma de «discriminación» contra la homosexualidad y la consiguiente afirmación de una equivalencia moral para todas las formas de actividad sexual en la medida en que estén motivadas por «el amor» o al menos no perjudiquen a nadie;
  • el acceso para los divorciados vueltos a casar a los sacramentos de la Iglesia, y
  • la ordenación sacerdotal de las mujeres.
Como vemos, en esta letanía hay una combinación de aspectos bastante distintos. Las dos primeras exigencias corresponden al terreno de la moralidad sexual y las dos siguientes al orden sacramental de la Iglesia. Sin embargo, observando con más detención, queda claro que estos cuatro aspectos están no obstante muy vinculados: surgen de una misma visión de la humanidad, dentro de la cual opera una noción específica de la libertad humana. Cuando se tienen presentes estos fundamentos, resulta evidente que la letanía de objeciones tiene mayor profundidad de lo que parece a primera vista.
¿Cómo se ve con una observación más minuciosa esta visión de la humanidad en la cual se basa esta letanía? Sus características fundamentales están tan difundidas como las exigencias provenientes de la misma, de manera que es fácil seguirle la pista.

jueves, 1 de febrero de 2018

Domingo V tiempo Ordinario (ciclo b) Guión Litúrgico



Entrada:
En la Misa Dominical nos reunimos en torno al altar para glorificar al Padre en el Espíritu y encontrarnos con Jesús al celebrar la Eucaristía que nos alimenta y da nueva vida. Para iniciar esta celebración nos ponemos de pie y cantamos…

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