viernes, 4 de julio de 2014

Devoción de los 5 primeros sábados al Inmaculado Corazón de María


 
La Santísima Virgen, en el año 1917, se aparece en Fátima, Portugal, a tres humildes pastorcitos de 10, 9 y 7 años: Lucía, Francisco y Jacinta, y les da una serie de mensajes de conversión, personales y proféticos. Es lo que se llama una revelación privada.

¿Qué es lo más importante del mensaje de Fátima?. La respuesta es sencilla: El descubrimiento al mundo del Corazón Inmaculado de María como el tesoro de gracias que Dios nos ofrece, en estos tiempos, para la salvación de nuestras almas…

Los Sábados son tradicionalmente dedicados a la Virgen. Desde muy antiguo la Santa Iglesia, a considerado el sábado un día dedicado a intensificar la devoción Cristiana a la Santísima Virgen, Madre de Dios y nuestra amantísima Madre. Mucha gente consagraba el primer sábado del mes a la Virgen por esta intención y para reparar por las blasfemias y ultrajes en contra de ella por parte de los pecadores y de los falsos maestros.

Ese mismo año en el mes de Noviembre el Santo Padre nuevamente bendijo e indulgenció la práctica tradicional de los Hijos del Corazón de María y la Archicofradía del Inmaculado Corazón de María, para dedicar los primeros sábados de cada mes a esta devoción con el propósito de hacer reparación al I.C. de María.

 

ORIGEN DE LA DEVOCIÓN

Mensaje del 13 de junio de 1917 en Fátima (2da. aparición)

Cuenta Lucía en sus “Memorias” que, al ver a la Virgen María ese día, le pidió que los llevara al cielo con Ella. La Santísima Virgen le respondió con palabras llenas de amor y de gran importancia para todos nosotros:

- “Si, a Jacinta y a Francisco me los llevo pronto, pero tú te quedas en el mundo un tiempo más porque Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. Él quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado. A aquellos que abracen esta devoción les prometo la salvación y serán predilectas de Dios estas almas, como flores puestas por Mi para adornar su trono”.

- “¿Y me quedo yo sola?” preguntó con tristeza Lucía.

- “No, hija, yo nunca te abandonaré. Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios.

 

ANUNCIOS DE MARÍA AL MUNDO

Mensaje del 13 de julio de 1917 en Fátima (3ra. aparición)

Por designio divino la Santísima Virgen da al mundo, a través de los pastorcitos, una serie de mensajes proféticos que se han ido cumpliendo a su debido tiempo: el fin próximo de la primera guerra mundial (1914-1918), la caída de Rusia en manos del comunismo ateo con todas sus nefastas consecuencias, la venida de la segunda guerra mundial, etc.

Del tercer secreto de Fátima, dos de sus partes se refieren a la serie de anuncios hechos al mundo de los que sólo faltan cumplirse fundamentalmente dos: por un lado la conversión de Rusia, hoy a todas luces mucho más cercana y, por el otro, María nos dice algo realmente esperanzador: “Finalmente, Mi Corazón Inmaculado triunfará”. Y esto va a suceder porque Dios lo quiere así. Vivamos agradecidos al Señor y con la segura esperanza que cada día que pasa estamos más próximos al triunfo del Corazón Inmaculado de María.

 

LUCÍA PIDE AUTORIZACIÓN PARA DAR A CONOCER ESTA DEVOCIÓN

Mensaje del 17 de diciembre de 1927 en Tuy, España

Lucía cuenta que fue esa noche junto al Sagrario a decirle a Jesús como debía contestar la pregunta que le habían hecho: “¿Si el origen de la devoción al Corazón Inmaculado de María estaba incluido o no, en el secreto que la Santísima Virgen le había confiado?”.

Jesús, con voz clara, le hizo oír estas palabras: “Hija mía, escribe lo que te piden; y escribe también todo cuanto te reveló la Santísima Virgen en la aparición en que habló de esta devoción. En cuanto al resto del secreto, continúa en silencio”.

 

LA COMUNIÓN REPARADORA DE LOS PRIMEROS SÁBADOS

También en la aparición del 13 de julio la Virgen María le dijo a Lucía: “Vendré a pedir la comunión reparadora de los primeros sábados”.

 

MARÍA CUMPLE LA PROMESA DE LOS CINCO SÁBADOS

Mensaje del 10 de diciembre de 1925 (Pontevedra, España)

En este día María cumple la promesa hecha a Lucía, quien nos lo cuenta así: “Ese día estando en mi habitación en Pontevedra, España, se me apareció la Santísima Virgen y, al lado, como suspendido en una nube luminosa, el Niño. La Santísima Virgen me ponía la mano sobre mi hombro derecho y, al mismo tiempo, me mostraba un corazón cercado de espinas que tenía en la mano.”

Entonces dijo el Niño: “Ten compasión del corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas que los hombres ingratos le clavan continuamente sin que haya nadie que haga un acto de reparación para arrancárselas”.

Y en seguida dijo la Santísima Virgen: “Mira, hija mía, mi corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes, tú, al menos, procura consolarme y di que: Todos aquellos que durante cinco meses seguidos, en el primer sábado, se confiesen y reciban la Santa Comunión, recen el Santo Rosario y me hagan 15 minutos de compañía meditando en los misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación”.

 

DIFICULTADES PARA CONFESARME EL MISMO SÁBADO

Mensaje del 15 de febrero de 1926 (Pontevedra, España)

Ese día se le aparece de nuevo el Niño Jesús y Lucía le habla de las dificultades que algunas personas tenían para confesarse los días sábados, preguntándole si no podía valer la confesión dentro de los ocho días.

-Jesús le respondió: “Sí, puede ser, y hasta de muchos más días, con tal que, cuando me reciban, estén en gracia y tengan la intención de desagraviar al Corazón Inmaculado de María”.

Ella preguntó: “-¿Jesús mío, y los que se olviden de poner esta intención?”

- Jesús le respondió: “Pueden ponerla en la confesión siguiente, aprovechando la primera ocasión que tuvieren para confesarse”.

 

POR QUÉ SON CINCO LOS SÁBADOS

Mensaje del 29 al 30 de mayo de 1930 (Tuy, España)

Cuando Sor Lucía refería a su confesor el pedido de la Virgen, éste le dijo: ¿Por qué 5 y no 9 como los primeros viernes, o 7 como los dolores de la Virgen?

Cuenta Lucía que estando en la Iglesia con el Señor en la noche del 29 al 30 de mayo de 1930 y hablando con Él de dicha pregunta, se sintió de manera imprevista invadida más íntimamente de la presencia divina y he aquí lo que le fue revelado:

“Hija mía, el motivo es el siguiente: son cinco las principales clases de blasfemias cometidas contra el Inmaculado Corazón de María:

1) Las blasfemias contra la Inmaculada Concepción

2) Las blasfemias contra su Virginidad

3) Las blasfemias contra su Maternidad Divina, negándose al mismo tiempo reconocerla como Madre de los hombres.

4) Las blasfemias de aquellos que públicamente tratan de infundir en los corazones de los niños la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia esta Madre Inmaculada.

5) Las ofensas de aquellos que la ultrajan directamente en sus Sagradas Imágenes”.

“He aquí el motivo por el cual el Corazón Inmaculado de María me ha sugerido pedir esta pequeña reparación y en consideración a Ella, conmover mi misericordia para perdonar a las almas que han tenido la desgracia de ofenderla”.

 

RESUMEN

A-Promesa de María: Asistirnos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de nuestra alma.

B-Condiciones: Durante 5 primeros sábados de mes seguidos:
1-Confesarse (dentro del plazo anteriormente mencionado)
2-Recibir la Santa Comunión en Gracia de Dios
3-Rezo del Santo Rosario
4-Meditación durante 15 minutos de los misterios del Rosario (uno o más)

C- Importante: Recordar que debemos realizar la Confesión, la Comunión, el rezo del Santo Rosario y la meditación de los misterios en REPARACIÓN POR LOS PECADOS QUE SE COMETEN CONTRA EL CORAZÓN INMACULADO DE MARIA.

 

ESPÍRITU DE REPARACIÓN

Todos estos actos de la devoción, deben hacerse con la intención de reparar las ofensas cometidas en contra del Inmaculado Corazón de María. Aquellos que la ofenden cometen una ofensa doble: ofenden a su Divino Hijo, y ponen en peligro su salvación.

Esta reparación hace énfasis en nuestra responsabilidad hacia los pecadores que no oran y no hacen reparación por sus pecados. Esta devoción nos presenta una responsabilidad social y nos recuerda que para ir a Dios debemos amar a nuestros semejantes y tratar de salvar sus almas. También nos enseña una forma excelente de hacerlo, a través del espíritu de reparación al I.C. de María.

Hay quienes se preocupan de que se les puede olvidar en cada uno de los cinco sábados ofrecer por la intención de reparación. Pero esto se puede evitar haciendo la resolución de ofrecer esta reparación desde el primer sábado que se empieza.

“Dios mío yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, y no te aman” (el ángel a los pastorcitos de Fátima)

 

IMPORTANCIA DE ESTA DEVOCIÓN

En febrero de 1926 se le apareció el Niño Jesús preguntándole si había difundido la devoción a su Santísima Madre. Lucía le contó las dificultades que tenía en llevar a cabo esta misión. Jesús le respondió que con su gracia bastaba.

En Fátima, la Virgen misma desea recomendar esta devoción, especificando “cinco primeros sábados consecutivos” enriqueciendo esta práctica con la promesa de salvación.

En la última instancia, es Dios quien es ofendido por cada pecado. Por esta razón, es Dios también quien es el objeto último de cada acto de reparación de los cristianos. Nosotros no podemos comprender propiamente el mensaje celestial dado en Fátima en este punto esencial de reparación si no lo hacemos reparando directamente al Inmaculado Corazón de María.

Es nuestro Señor mismo quien nos dice: “Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Esta cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas”.

La predestinación de María en su Maternidad Divina, su colaboración activa en toda la obra de redención, su misión de ser madre espiritual de toda la Iglesia y de cada persona redimida por la preciosa sangre de Cristo, constituye una de las leyes básicas de la divina providencia para la aplicación efectiva de la redención en cada alma.

Por lo tanto, la devoción a su Inmaculado Corazón debe ser intensificada y extendida. Consecuentemente quien ofenda a nuestra Madre, ya sea por blasfemia, por negación de su grandeza en su misión de corredención, o por tratar de despreciar la devoción a Nuestra Señora en la Iglesia o en las almas, al mismo tiempo ofende a Dios y a su providencia. Un cristiano que comprende cuan vil son este tipo de ofensas trata de hacer reparación intensificando su devoción personal y sus esfuerzos para que el Reino del Corazón de María se establezca. Así responde el amor.

Ambos aspectos de la reparación cristiana: primero directamente a Dios y subordinadamente al corazón de María, son manifestaciones complementarias de una misma realidad y un mismo espíritu.

 

FRUTOS DE ESTA DEVOCIÓN

En toda verdadera devoción a nuestra Señora (y la devoción a su Inmaculado Corazón es expresión perfecta de la verdadera devoción) hay siempre una invitación efectiva a regresar los corazones a Cristo Salvador.

Cuando se trata de aquellos que han perdido la gracia, es una llamada a la conversión, a la vida de gracia y a la salvación eterna.

Cuando se trata de almas que viven en la gracia de Dios, la verdadera devoción a María, les da un fuerte impulso por avanzar por la vía de santidad y crea en ellos un espíritu de apostolado cristiano.

Esta es una ley constante en la vitalidad de la Iglesia. Ya sean Instituciones Marianas, Santuarios Marianos, movimientos y peregrinaciones Marianas, siempre han sido una llamada irresistible desde el corazón maternal de María, a un regreso de estas almas a Cristo.

La práctica de los cinco primeros sábados en reparación, corresponde a este nuevo capitulo de la santificación y de la eterna salvación de los redimidos.

 

PROMESA DE SALVACIÓN

Aquellos que practiquen esta devoción de los cinco primeros sábados, Nuestra Señora prometió: “Yo os asistiré a la hora de vuestra muerte con las gracias necesarias de salvación”. Ella no promete la salvación eterna, sino las gracias necesarias para la salvación.

Hay muchos testimonios de almas que son especialmente devotas del Corazón de María, que reciben un conocimiento del cielo que la hora de su partida esta cerca. No es precisamente un anuncio de la muerte, pero si una nueva y gentil preocupación por recibir con mas dignidad los sacramentos, con una intención mas pura en todas sus acciones y se intensifica la caridad y la dedicación al apostolado. El Corazón de María va perfeccionando las almas de sus hijos hasta llegar a su encuentro decisivo con su Divino Salvador.

¡Inmaculado Corazón de María, sed la salvación del alma mía…. y del mundo entero!

 

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